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El programador estrellita

18th June 2024
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Última actualización:17th June 2024
4 Minutos
769 Palabras

El otro día escribía un texto para LinkedIn hablando sobre la humildad en el mundo de la programación. Durante los siguientes días me aparecieron en mi timeline unas cuantas experiencias de diferentes desarrolladores hablando sobre conversaciones con personas de recursos humanos.

Y, realmente pienso que igual se nos están yendo un poco de las manos.

De un tiempo a esta parte, el trabajo de programador ha dado un salto cualitativo importante y la alta demanda en el sector nos sitúa en una posición de poder importante a la hora de buscar un cambio laboral o enfrentarnos a cualquier tipo de entrevista.

Podríamos escribir un libro recopilando frases como las siguientes:

  • Me cambio de trabajo cada dos años y me suben XXXX euros el sueldo (puedes cambiar las X por una cantidad bastante alta).
  • Ya no hago entrevistas técnicas porque mi tiempo es muy preciado y no quiero regalar código.
  • Desde hace tiempo no busco trabajo, es el trabajo el que me busca a mí.
  • Los equipos de recursos humanos no entienden a qué me dedico y solo saben crear listas gigantes de lenguajes y frameworks.

… y muchas otras frases que, aunque puedan tener su parte de verdad, nos pintan a veces como divas inalcanzables. En esta atmósfera, es fácil olvidar algunos principios fundamentales que deberían guiar nuestra carrera y nuestra interacción con los demás: la humildad y el respeto.

La humildad, en muchas ocasiones, no consiste en pensar menos de uno mismo o empezar a infravalorarse, sino en pensar menos en uno mismo.

El contacto con los equipos de recursos humanos cuando nos encontramos trabajando en una empresa o queremos optar a un puesto concreto es inevitable, ya que son los profesionales encargados de valorar no solo nuestra experiencia y habilidades, sino también nuestra capacidad para encajar en la cultura de la empresa y trabajar en equipo. Sin embargo, es frecuente que surjan fricciones y malentendidos entre desarrolladores y reclutadores, lo que puede generar frustración en ambas partes.

Sin duda, nos vamos a encontrar con casos en los que se ha dejado un poco de lado el trato personal hacia el empleado y se recurren a listas de tecnologías interminables o pequeñas reseñas sin ningún tipo de información sobre el puesto a cubrir. Gente poco profesional hay en todos los sectores. Pero creo que no debemos generalizar ni juzgar a todo el sector por estos casos aislados.

Para lograr una relación más armoniosa y productiva, aquí algunos puntos a considerar:

  1. Educación mutua: Si bien los reclutadores deben esforzarse por entender las necesidades y habilidades técnicas de los desarrolladores, nosotros también podemos hacer un esfuerzo para entender mejor sus desafíos y limitaciones. Una comunicación clara y constructiva puede cerrar muchas brechas.

  2. Paciencia y empatía: En lugar de frustrarnos por las listas de tecnologías o las preguntas genéricas, podríamos intentar verlas desde la perspectiva del reclutador. Mostrar empatía y paciencia no solo mejora la interacción, sino que también nos hace ver como profesionales completos y accesibles.

  3. Retroalimentación constructiva: Si encontramos problemas recurrentes en los procesos de reclutamiento, en lugar de quejarnos, podríamos ofrecer retroalimentación constructiva. Proponer mejoras y sugerir cambios puede ser mucho más efectivo que simplemente criticar.

  4. Valorar el trabajo en equipo: La capacidad para trabajar bien con los demás es crucial en cualquier entorno laboral. Los desarrolladores que muestran respeto y colaboración son más propensos a ser valorados y a tener éxito en sus carreras.

  5. Reconocer el valor del otro: Entender que tanto los desarrolladores como los reclutadores tienen roles esenciales en el proceso de construcción de equipos y en el éxito de los proyectos puede ayudar a fomentar una relación de respeto mutuo.

La alta demanda que podamos encontrar dentro del mundo laboral para perfiles de programadores no hace que tengamos que mirar por encima del hombro a cualquier otro profesional del sector. Mantener la humildad, el respeto y las buenas formas nos hace crecer como personas y como profesionales exitosos y, además, marca nuestro camino dentro del sector.

Evita la arrogancia porque no sabes con quién te vas a poder volver a cruzar en un futuro. Es mucho más interesante establecer buenas alianzas y mostrarte como un compañero leal y competente que como alguien que desprecia a otros profesionales simplemente por sus conocimientos avanzados en cualquier materia.

La verdadera grandeza en el mundo de la programación no proviene solo del dominio técnico, sino también de nuestra capacidad para relacionarnos y colaborar eficazmente con otros profesionales. Adoptar una postura de humildad y respeto nos permitirá no solo avanzar en nuestras propias carreras, sino también contribuir a un ambiente de trabajo más positivo y productivo. Al mantenernos abiertos y dispuestos a aprender de todos a nuestro alrededor, podemos asegurarnos de que estamos construyendo una carrera duradera y significativa.

Título del artículo:El programador estrellita
Autor del artículo:Mario Girón
Tiempo de lanzamiento:18th June 2024