No soy una persona que le preste demasiada atención a los ciclos, a los comienzos y a los cierres, pero este año quería hacer una excepción y hacer un pequeño resumen de cómo ha sido mi año 2023 profesional por si le puede servir a alguna persona como guía y sobre todo para marcar las pautas a seguir en este 2024 que empieza.
Por establecer un poco el contexto de arranque, llevo trabajando de manera autónoma desde hace aproximadamente 7 años. He ido alternando trabajos como desarrollador con mi tarea principal actualmente que es el mundo de la formación. Pasar por el mundo de la consultoría me hizo ver un poco las cloacas del mundo de la programación y compartir mi conocimiento con nuevos programadores me abrió un mundo de posibilidades infinitas.
El año 2023 arrancó con unas expectativas muy altas a nivel profesional. Estaba participando como formador en muchos proyectos educativos relacionados con el mundo del desarrollo web. El calendario planificado para principios de año dejaba poco tiempo para el descanso y me hacía acumular muchas horas de clase.
Quizá no es la mejor manera de hacer una planificación laboral pero en ocasiones, cuando se te plantean distintas alternativas hay que intentar aprovecharlas.
Junto a mi compañero del alma Juan Antonio Pérez llevábamos la friolera de:
- 3 Bootcamps Full Stack en paralelo (dos de mañana y uno de tarde)
- 1 Máster de desarrollo web Full Stack
- Cursos esporádicos sobre diferentes tecnologías web
La suma de horas necesarias para poder sacar adelante esos proyecto (sumando las horas lectivas junto a las horas de preparación previas) hacen que, como comentaba antes, no te quede mucho tiempo para dedicarlo a más tareas. Aparte del núcleo grande de formaciones más adelante comentaré otros proyectos que he ido manteniendo durante este año.
De las formaciones listadas anteriormente dos de los bootcamps ya no se encuentran entre mis tareas principales por dos situaciones completamente distintas pero con un denominador común (siempre según mi criterio): mala gestión de los líderes al cargo.
En el primero de ellos, uno de los de por la mañana, llevábamos colaborando con la empresa más de año y medio. La satisfacción de los alumnos era buena y las ediciones iban cumpliendo con las expectativas marcadas, al menos desde mi punto de vista.
(Esto de los puntos de vista es extremadamente relativo porque tú, pequeño empleado que realizas tu trabajo con toda la ilusión del mundo, no estás visualizando lo mismo que aquellas personas que se encargan de manejar los dineros por encima de tí. Hay expectativas diferentes.)
Se nos comunicó que la empresa ya no contaba con nuestros servicios como autónomos y que se iban a migrar las clases a ciertas tecnologías más afines a sus trabajadores. Todo fueron halagos e incluso alguna amenaza de abandonar la empresa después de esa reestructuración… 💨💨
Es la típica salida por la tangente para no decirte que prefieren pagar menos a empleados que ya tienen contratados (incluso ex-alumnos) y que quieren controlar hasta el más mínimo detalle de sus formaciones (incluso copiando tu código para las clases…).
Si este caso ya estaba mal gestionado, el del siguiente bootcamp fue un desastre total.
Se te queda cara de tonto cuando llega a tu vida como profesional tu primer caso de ghosting por parte de tus pagadores.
En el mundo de la formación autónoma normalmente se va renovando dependiendo de las ediciones del curso que impartas e incluso anualmente puedes establecer un número específico de formaciones para asegurarte una estabilidad. Cuando se va acercando el final de los contratos por obra firmados las dos partes se suelen acercar para darle continuidad a la colaboración o por el contrario, dejarla cerrada.
Lo extraño es cuando aprecias cómo te dan largas, evitan reuniones para hablar de temas futuros y además van dilatando el pago de las horas lectivas impartidas.
Las relaciones entre empresas de formación y sus colaboradores pueden terminar, faltaría más. Además es totalmente lícito que los caminos de los implicados se bifurquen y tanto por la parte de la empresa como por la parte del formador se decida terminal con la relación. El problema es que hay muchas formas de hacerlo y algunas no son las más adecuadas.
Apartarte cada vez más de las decisiones que se toman en torno a la formación, infiltrar en tus clases al formador que te va a sustituir sin darte explicaciones o dilatar cada vez más el pago de tus honorarios sin explicación aparente hace que la despedida no sea lo más adecuada.
Todo esto se agrava cuando se argumenta poca implicación por nuestra parte para el crecimiento del curso. Una empresa que se golpea el pecho constantemente alardeando de grandes instalaciones y mayores presupuestos no puede echar la culpa de la mala gestión y venta de un curso a los profesores que se encargan de mantenerlo a flote durante 3 horas diarias durante 4 meses seguidos…
A veces vamos sobrados de ego y muy faltos de auto crítica.
Ya me he desahogado, vamos a por las partes buenas del año 😉
El año ha cerrado algunas colaboraciones pero por otro lado hay que destacar aquellas que se han asentado y con las que me siento muy cómodo y realizado como profesional en el mundo de la formación.
Durante este año he participado como profesor en 3 ediciones del Bootcamp Full Stack en ID Bootcamps.
Es una de esas empresas con las que te cruzas en tu camino profesional que llegas a considerar como tu casa. Llevo trabajando con el staff actual desde hace muchos años y se agradece que vuelquen toda su confianza en los profesores para las decisiones sobre el curso, los alumnos y además te involucren en las decisiones a futuro.
El ambiente de trabajo es inmejorable y lo más importante es que el trato al alumno siempre va por delante. Poder ofrecer una formación centrada en el alumno, en su crecimiento profesional y poder darle todas las facilidades una vez esté dentro de la escuela no tiene precio.
(Habría que contar la cantidad de formaciones que se olvidan de tí una vez has pagado…)
Espero que mi relación con esta empresa y con la gente que está dentro del staff sea muy larga y nos lleve a conseguir grandes cosas en el futuro.
También este año he trabajado en las dos ediciones del Máster Full Stack Developer de UNIR.
Un formato totalmente diferente al anterior en el que destacan las clases en remoto, la excelente dirección del máster y una universidad como UNIR con multitud de experiencia en este tipo de formaciones con profesionales dedicados a favorecer el trabajo del formador y la experiencia del alumno.
Me he sentido muy agusto durante este año y espero poder seguir aportando en este 2024.
Y para cerrar el tema de la formación me gustaría destacar un proyecto que ha visto la luz a finales de año: De cero a programador.
Desde hace ya bastante tiempo Juan Antonio y yo veníamos buscando la creación de una formación propia centrada en todas aquellas personas que buscan comenzar en el mundo de la programación.
Una formación que te permita saber si de verdad te gusta esto de programar antes de invertir ingentes cantidades de dinero o innumerables horas frente a una pantalla.
La primera edición del curso la impartimos en Octubre y para el año que viene estamos empezando a planificar las nuevas ediciones. Tener un producto propio emociona pero triplica el nivel de trabajo para que salga adelante.
Otro de los puntos clave en mi día a día es la creación de contenido. Quizá una de las facetas que más he podido profesionalizar durante este año de la mano de Garaje de Ideas.
He publicado cerca de 50 vídeos compartiendo pequeñas píldoras de conocimiento tanto para el desarrollo front como para el desarrollo de aplicaciones back o diferentes bots.
Se ha creado una gran comunidad en torno al canal que sigue creciendo día a día y que seguimos alimentando junto a otros creadores y seguiremos haciéndolo el año que viene.
Además tuve la oportunidad de participar como conductor en el podcast Garaje Code Talks donde pude charlar sobre diferentes temas con programadoras/es y divulgadoras/es de manera relajada y aportando mucho contenido tanto a los que empiezan en el mundillo como a los que ya tienen cierta experiencia.
Hay que decir que la creación de contenido es una de esas cosas que quiero mantener para 2024 e incluso fortalecer en algunos aspectos, como puede ser esta página.
Este 2023 ha sido un año muy completo a nivel profesional. He trabajado bien y mucho, así que por ese lado puedo estar satisfecho.
He coincidido con grandes profesionales que me han permitido crecer como profesional y me he enfrentado a grandes retos que me han aportado más niveles de experiencia.
Solo espero que el 2024 siga por el mismo camino y me permita despuntar como profesional… os iré contando.